GRUPOS DE TRABAJO S20 2024

Ciencia para la Transformación Global

Bioeconomia

Bioeconomía:

impulsando al mundo hacia un planeta sostenible

Desafíos de Salud:

calidad, equidad y acceso

Inteligencia Artificial:

ética, impacto social, regulación y compartición de conocimiento

Justiça Social

Justicia Social:

promover la inclusión, acabar con la pobreza y reducir las desigualdades

Proceso de Transición Energética:

energías renovables, consideraciones sociales y económicas

BIOECONOMÍA

Impulsando el mundo hacia un planeta sostenible

La protección de la biodiversidad históricamente ha contrastado con un modelo económico basado en la explotación y extracción de recursos naturales, lo que ha llevado a la pérdida de porciones sustanciales de diferentes biomas. Parece que el escenario actual de explotación de los biomas conduce a graves pérdidas en la biodiversidad que albergan. Es en este escenario donde investigadores de diversos campos del conocimiento se dedican a discutir y modelar formas alternativas de desarrollo que puedan combinar estas dos tareas. Estos esfuerzos parecen estar consolidándose alrededor de un concepto aún en evolución: la bioeconomía.

Bioeconomia

Impulsando el mundo hacia un planeta sostenible

La ciencia contribuye de manera única para superar los desafíos del mundo actual en diferentes áreas. La salud humana, la nutrición y los medios de subsistencia son obstáculos a superar a escala global. En los países menos desarrollados, la pobreza, la falta de vivienda y empleos, asociados a enfermedades tropicales y desnutrición, impiden el desarrollo social y económico de las naciones, creando un mundo desequilibrado. A largo plazo, todos los países deberían trabajar juntos, apuntando a economías saludables y estables y construyendo paz y bienestar para la sociedad humana.

Calidad, equidad y acceso

Desafíos de Salud

Calidad, equidad y acceso

El Objetivo 3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) delinea metas destinadas a asegurar vidas saludables y promover el bienestar para todos, en todas las edades, y la meta 3.8 específicamente pide a los países que alcancen “la cobertura universal de salud, incluyendo la protección frente al riesgo financiero, el acceso a servicios esenciales de salud de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas esenciales seguros, efectivos, de calidad y a precios asequibles para todos”. La consecución de la cobertura universal de salud, con énfasis en la equidad, la participación comunitaria y la participación, tiene el potencial de impulsar mejoras en diversos aspectos de la salud, abarcando la salud mental, el manejo de enfermedades crónicas, la salud materna e infantil y el desarrollo infantil.
crónicas, la salud materna e infantil y el desarrollo infantil.

Además, el ODS 10 enfatiza la importancia de reducir las desigualdades y de no dejar a nadie atrás en la búsqueda del desarrollo sostenible. Esto destaca la necesidad crítica de abordar la desigualdad global en salud, especialmente en lo que respecta al compartir recursos y tecnologías para combatir crisis de salud mientras se promueve la solidaridad internacional.
Un sistema de salud robusto depende de estrategias efectivas de comunicación para diseminar información de salud, realizar campañas de salud y combatir la desinformación. Estas estrategias deben adoptar un enfoque “toda la sociedad” y “todo el gobierno”, fomentando la colaboración internacional, fortaleciendo la capacidad global e involucrando a comunidades y profesionales de la salud en primera línea, como agentes de salud comunitaria, como principales contribuyentes para aumentar la conciencia y compartir conocimiento con la población.

Inteligência Artificial

Ética, impacto social, regulación y compartición de conocimiento

El progreso de las tecnologías de inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de acelerar los avances científicos y la productividad de la investigación. La IA puede empoderar a científicos en diversos campos con estas nuevas herramientas. Al integrar tecnologías digitales y ciencia de datos con disciplinas como física, química, biología, medicina, ciencia de materiales e ingeniería, el ritmo de la investigación científica puede ser significativamente acelerado, resultando en valiosos impactos sociales. Aunque la IA se está utilizando en diversos sectores y etapas de la investigación científica, su potencial completo aún no se ha explorado totalmente. Mientras las naciones en desarrollo buscan alcanzar relevancia científica y tecnológica, es esencial prepararse para estas transformaciones proporcionando a la comunidad científica habilidades y recursos para trabajar y desarrollar tecnologías de inteligencia artificial. Además, es vital para los países en desarrollo colaborar como socios y participantes activos en la construcción de grandes bases de datos científicos, dominando metodologías y técnicas relevantes dentro de sus respectivos campos de interés. Para lograr esto, se requieren inversiones en infraestructura para almacenamiento de datos, comunicación y procesamiento de alto rendimiento de clase mundial, así como la formación de personal calificado capaz de aprovechar el poder de las tecnologías de IA.

La inteligencia artificial es una ciencia y un conjunto poderoso de tecnologías de propósito
general que ofrecen oportunidades para impulsar el crecimiento económico y social en países
desarrollados y en desarrollo. La IA se está convirtiendo cada vez más en un elemento esencial
en el ecosistema de investigación e innovación, con el potencial de impulsar descubrimientos,
innovación y crecimiento económico en todas las áreas de la ciencia y en todos los sectores de
la economía y sociedad. La adopción de tecnologías digitales y ciencia de datos en diversos
sectores de la sociedad ha resultado en la integración silenciosa de la IA. Estas tecnologías
ofrecen ventajas, pero también representan riesgos y tienden a exacerbar la desigualdad
económica, afectando desproporcionadamente a ciertas comunidades en relación con otras.

Ética, impacto social, regulación y compartición de conocimiento

Justiça Social

Promoviendo la inclusión, acabando con la pobreza y reduciendo las desigualdades

Justicia Social

Promoviendo la inclusión, acabando con la pobreza y reduciendo las desigualdades

El desarrollo científico juega un papel fundamental en la promoción del bienestar humano y social. La historia de los últimos siglos revela cómo la humanidad se ha beneficiado del avance del conocimiento científico, posibilitando transformaciones significativas en la vida de las personas y en la sociedad. Grandes innovaciones tecnológicas han llevado a progresos notables que representan hitos significativos en el proceso civilizatorio. Vidas han sido salvadas, la esperanza de vida ha crecido considerablemente, los recursos se han multiplicado, proporcionando bienestar y confort. La ciencia ofrece una manera importante de comprender el mundo, que puede contribuir con políticas públicas y decisiones personales, mejorar la salud humana y ecológica, promover conocimiento e innovación. Tecnología e innovación son esenciales para el desarrollo económico y el progreso social. Juntos, amplían el potencial del conocimiento. Su avance debe, normativa y empíricamente, mejorar el bienestar de la sociedad.

Sin embargo, también pueden ser potenciales instrumentos de desastres e injusticias. Los riesgos existenciales que enfrenta la humanidad son evidencias de esta ambigüedad latente. La crisis climática, preocupaciones sobre el avance descontrolado de la IA, pandemias y amenazas nucleares son ilustraciones dramáticas de la ambigüedad inherente de la ciencia y la tecnología como fuentes de progreso, pero también de su negación completa. La dualidad ambigua de la ciencia y la tecnología se manifiesta en los patrones de distribución de los bienes socialmente producidos. El avance del conocimiento y de las técnicas de producción contribuye a la difusión de la apropiación y uso de recursos que pueden aumentar el bienestar, pero también puede exacerbar desigualdades existentes, creando nuevas formas de desigualdad y exclusión. La desigualdad en el acceso a la ciencia y la tecnología es una manifestación de desigualdades más amplias en la sociedad. La exclusión y marginación de grandes segmentos de la población de los beneficios del progreso científico y tecnológico son inaceptables desde una perspectiva ética y política. Es necesario asegurar que los beneficios de la ciencia y la tecnología sean accesibles para todos, sin importar su condición socioeconómica, género, etnia, o lugar de residencia.

Promover la justicia social en el contexto de la ciencia y la tecnología implica esfuerzos para garantizar que todos tengan acceso a los beneficios del progreso científico y tecnológico, y que este progreso se dirija hacia la solución de problemas que afectan desproporcionadamente a los más vulnerables en la sociedad. Esto requiere políticas y prácticas que fomenten la inclusión, reduzcan las desigualdades y promuevan el desarrollo sostenible. La justicia social en la ciencia y la tecnología también implica abordar las cuestiones éticas relacionadas con el desarrollo y uso de nuevas tecnologías, garantizando que se consideren y se respeten los derechos y la dignidad de todos los individuos.

La inclusión y la justicia social son principios fundamentales que deben guiar el desarrollo y la aplicación de la ciencia y la tecnología. Promover estos principios no solo es crucial para asegurar que los beneficios del progreso científico y tecnológico sean compartidos equitativamente, sino también para garantizar que la ciencia y la tecnología se utilicen de manera que respeten los derechos humanos y promuevan el bienestar común. La búsqueda de la justicia social en el contexto de la ciencia y la tecnología requiere un compromiso continuo con la inclusión, la equidad y la responsabilidad, así como con el desarrollo de políticas y prácticas que reflejen estos valores.

PROCESO DE TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Energías renovables, consideraciones sociales y económicas

El Objetivo 7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) señala la necesidad de “asegurar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”. La transición energética es esencial para alcanzar este objetivo, siendo un cambio crucial en la forma en que generamos y consumimos energía, impulsado por el imperativo global de combatir el cambio climático, enfrentar la depleción de recursos y mejorar la seguridad energética. En su núcleo, la transición energética implica el abandono de las fuentes de energía fósil, incluyendo petróleo, carbón y gas natural, y la adopción de fuentes de energía renovable para establecer un futuro más sostenible y resiliente. Esta transición no solo promete reducir nuestro impacto ambiental, sino que también lleva implicaciones sociales y económicas significativas.

Aunque los resultados de la COP28 no cumplieron con las expectativas, los países se
comprometieron a triplicar la capacidad de energía renovable y a duplicar la eficiencia
energética para 2030, alejándose de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos. La
energía renovable, que abarca fuentes como la solar, eólica e hidroeléctrica, representa una
luz de esperanza en nuestra búsqueda de un futuro energético sostenible. A diferencia de los
combustibles fósiles finitos que contribuyen sustancialmente a las emisiones de gases de
efecto invernadero, las fuentes de energía renovable se caracterizan por su abundancia y
menor impacto ambiental durante la generación de electricidad.

Energías renovables, consideraciones sociales y económicas